A la luz de las tormentas en el noreste del país, relumbran en mi cabeza un documental del Discovery Channel y una reflexión. La relación es incómodamente estrecha, aunque no se note a primera vista.
Tomando como tema el derrame petrolero en el Golfo de México, el Discovery Channel hacía una revisión cronológica de los hechos más relevantes, los intentos fallidos de British Petroleum para detener la fuga y clausurar el pozo, el impacto que tendrá en el ecosistema y las playas cercanas, las soluciones que se plantean. En entrevista a los habitantes de las playas más inmediatamente afectadas, un pescador se preguntaba cómo era posible que los desarrollos tecnológicos les permitieran poner en órbita una nave espacial o explorar Marte con robots y no pudieran detener una fuga en un pozo petrolero en el mar.
Habría que hacer algunas consideraciones al respecto. Por principio de cuentas, los grandes avances de la ciencia y la técnica no tratan con la vida: si mucho, la vida se considera y estudia como materia, con los objetos y entes que la constituyen, pero no en sus mecanismos. Un robot en Marte es, en esencia, una extensión del laboratorio, un conjunto de algoritmos, un desarrollo de ingeniería puesto en condiciones analizadas y estudiadas en el marco de amplios proyectos de investigación. Y si el robot se destroza en el aterrizaje o se jode el módulo de las baterías solares, la pérdida se traduce en cientos o miles de millones de dólares y sabrán los dioses cuántas horas de trabajo.
El caso aquí es exponencialmente más complejo: un ecosistema es (valga la bruta redundancia) un sistema compuesto, no lineal y multidimensional donde intervienen variables de muy diversos tipos. Algo tan nimio, por vida de dios, como el aumento de medio grado centígrado en la temperatura media del agua puede dar al traste con una cantidad todavía inconmensurable de especies biológicas. No queda en claro, por poner un ejemplo, cómo o cuánto pueden afectar los biosurfactantes que se podrían utilizar para remediar sistemas contaminados con petróleo y sus derivados: contrario a calcular la presión que debe resistir el robot en el amartizaje, que es cosa de un instante, los cálculos y proyecciones que se relacionan con un ecosistema tienen que considerar la evolución en periodos mucho más distendidos.
Por otra parte, y haciendo honor a la verdad, se dice fácil "sepulta el pozo con concreto"; pero una columna de agua de 1,500 m es un reto brutal. Vamos: la estructura de los objetos se comporta de muy otra manera bajo esa presión (no tengo que dar una clase de física aquí). Es un milagro de ingeniería perforar un pozo a esa profundidad, y es un milagro más grande el que tendrán que hacer para sellarlo y después reparar los daños biológicos que deriven.
Y lamentablemente no faltan las sugerencias estúpidas, motivadas exactamente por los mismos criterios que dieron pie a la perforación del pozo, con la misma falta de consideración al impacto ulterior que pudieran tener en el entorno. "[A nuclear explosion] is worth the money"; holy shit... As if planning a nuclear explosion with a very defined end were so bloody easy and took so little time (the estimate ranges from four to six months).
Es cierto, por una parte, que en este comentario hago una reducción simplista de la complejidad que implica poner un objeto en órbita, por no mencionar un robot en otro planeta; sin embargo, no creo que haya poder humano que me haga creer que eso es más difícil o elaborado que el desarrollo de la vida en cualquier entorno o su sustento en un periodo cualquiera. Aunque me choca caer en discursos manidos como lo terrible y nociva que es la actividad antrópica para con su entorno, no deja de abrumarme que la atención global se enfoque casi exclusivamente en el Mundial de futbol y en un pulpo que predice el futuro (!!), cuando asuntos mucho más apremiantes –como el derrame en el Golfo o las tormentas que azotan el noreste del país– debieran arrastrar toda la luz posible.
Con el corazón en la mano lo pregunto: si alguien sabe cómo puede ayudar quien está muy lejos de la costa y que carece de los conocimientos técnicos necesarios para presentar una propuesta, por favor digan cómo.
Tomando como tema el derrame petrolero en el Golfo de México, el Discovery Channel hacía una revisión cronológica de los hechos más relevantes, los intentos fallidos de British Petroleum para detener la fuga y clausurar el pozo, el impacto que tendrá en el ecosistema y las playas cercanas, las soluciones que se plantean. En entrevista a los habitantes de las playas más inmediatamente afectadas, un pescador se preguntaba cómo era posible que los desarrollos tecnológicos les permitieran poner en órbita una nave espacial o explorar Marte con robots y no pudieran detener una fuga en un pozo petrolero en el mar.
Habría que hacer algunas consideraciones al respecto. Por principio de cuentas, los grandes avances de la ciencia y la técnica no tratan con la vida: si mucho, la vida se considera y estudia como materia, con los objetos y entes que la constituyen, pero no en sus mecanismos. Un robot en Marte es, en esencia, una extensión del laboratorio, un conjunto de algoritmos, un desarrollo de ingeniería puesto en condiciones analizadas y estudiadas en el marco de amplios proyectos de investigación. Y si el robot se destroza en el aterrizaje o se jode el módulo de las baterías solares, la pérdida se traduce en cientos o miles de millones de dólares y sabrán los dioses cuántas horas de trabajo.
El caso aquí es exponencialmente más complejo: un ecosistema es (valga la bruta redundancia) un sistema compuesto, no lineal y multidimensional donde intervienen variables de muy diversos tipos. Algo tan nimio, por vida de dios, como el aumento de medio grado centígrado en la temperatura media del agua puede dar al traste con una cantidad todavía inconmensurable de especies biológicas. No queda en claro, por poner un ejemplo, cómo o cuánto pueden afectar los biosurfactantes que se podrían utilizar para remediar sistemas contaminados con petróleo y sus derivados: contrario a calcular la presión que debe resistir el robot en el amartizaje, que es cosa de un instante, los cálculos y proyecciones que se relacionan con un ecosistema tienen que considerar la evolución en periodos mucho más distendidos.
Por otra parte, y haciendo honor a la verdad, se dice fácil "sepulta el pozo con concreto"; pero una columna de agua de 1,500 m es un reto brutal. Vamos: la estructura de los objetos se comporta de muy otra manera bajo esa presión (no tengo que dar una clase de física aquí). Es un milagro de ingeniería perforar un pozo a esa profundidad, y es un milagro más grande el que tendrán que hacer para sellarlo y después reparar los daños biológicos que deriven.
Y lamentablemente no faltan las sugerencias estúpidas, motivadas exactamente por los mismos criterios que dieron pie a la perforación del pozo, con la misma falta de consideración al impacto ulterior que pudieran tener en el entorno. "[A nuclear explosion] is worth the money"; holy shit... As if planning a nuclear explosion with a very defined end were so bloody easy and took so little time (the estimate ranges from four to six months).
Es cierto, por una parte, que en este comentario hago una reducción simplista de la complejidad que implica poner un objeto en órbita, por no mencionar un robot en otro planeta; sin embargo, no creo que haya poder humano que me haga creer que eso es más difícil o elaborado que el desarrollo de la vida en cualquier entorno o su sustento en un periodo cualquiera. Aunque me choca caer en discursos manidos como lo terrible y nociva que es la actividad antrópica para con su entorno, no deja de abrumarme que la atención global se enfoque casi exclusivamente en el Mundial de futbol y en un pulpo que predice el futuro (!!), cuando asuntos mucho más apremiantes –como el derrame en el Golfo o las tormentas que azotan el noreste del país– debieran arrastrar toda la luz posible.
Con el corazón en la mano lo pregunto: si alguien sabe cómo puede ayudar quien está muy lejos de la costa y que carece de los conocimientos técnicos necesarios para presentar una propuesta, por favor digan cómo.
Imagen: NASA/MODIS Rapid Response Team
(Nomás como dato curioso: pocas cosas se ven desde el espacio exterior.)
(Nomás como dato curioso: pocas cosas se ven desde el espacio exterior.)