viernes, 24 de febrero de 2012

Hermosas ocupaciones

[Ésos que creo (o quiero creer) que son mis mejores cuentos los escribí mientras leía a los autores que entraron a mi panteón personal, algunas veces en los espacios blancos de las clases en las que comentaba esas lecturas con mis maestros, a veces como tarea para esa materia. Lo cierto, y me es claro, es que el lenguaje mueve al lenguaje: aprendí harto de química mientras leía química y reconozco el discurso de la ciencia en cuanto lo leo, como reconozco la mano de ciertos autores y correctores. Ahora vuelvo a conocer el discurso literario.
Un primer ejercicio de práctica es la imitación: hacer propio el estilo de un grande, para entenderlo, para conocer sus mecanismos, para resquebrajar sus formas, eso que lo constituye una obra de arte literaria; apropiación de esa posibilidad creativa, que no copia, aunque según Alatriste sea muy otra cosa.
Hace poco levanté de nuevo el Manual de literatura fantástica de Borges; ahora tengo las Historias de cronopios y famas. Y mientras me relleno el pecho con esas dos voces, surgen de pronto entradas posibles –mis entradas– a esos extraños catálogos de alguna cosa.]

Qué maravillosa ocupación de todos los rumbos y todas las esquinas, de cada resquicio que ocupas y ahora yo ocupo, de esta silla y esta sala y esta casa y esta calle. Ocuparlo todo: tus camisas, tu plato, esa pera, tu gusto por la música de elevador. Maravilla de tomar por asalto los parques, contando las nubes que penden entre edificios y soplando en colaboración con el viento, agitarte las espaldas con un regusto de limón en los ojos y en un grito, ¡hola!, hacer que desplantes los pies del suelo.
Qué maravillosa ocupación de tu felicidad de poliacrilamidas y 2% de elastano, hecho en Uzbekistán y alta mar. Ocupación de la pantalla en el cine, las etiquetas de cigarros, los murmullos en la radio, el sabor del café por la mañana. Ocupaciones de cada noche después de cada día de tu día cotidiano.
Y con el corazón lleno de voces que no son tuyas, ahora también estás ocupado.

[Cortázar]

viernes, 10 de febrero de 2012

Constancia de hechos

Despiertas. Buenos días. No es el gato. Entregas un pedazo de sangre. Rindes por un segundo la conciencia. Media noche en vela, pero no es noche ingrata. No es noche que se encamine directo al olvido, al rumbo donde se agolpan los instantes.
Es de mañana y amenaza espantosa la tarde, con el trabajo pendiente apiñado en el escritorio de la oficina, pero especialmente el de la casa. Es de mañana y el día está soleado, de pronto inusual para una mañana de febrero, imposible para una mañana de febrero; posible en la mano izquierda. Es el sol relumbrando, por debajo de las nubes y el espacio cerrado y la franqueza innecesaria. Es el sol que todo entibia. Es sol negro, sol reluciente.
Es de mañana y apenas se avisora el gran riesgo.
Ese riesgo son 7,500 documentos históricos en microfilm que deben transcribirse. Mi derecho a una beca en la universidad me exige en retribución cincuenta horas de trabajo (absolutamente insuficientes para las dimensiones de ese archivo) que se agolpan sobre las doscientas que ya tengo comprometidas en las próximas ¿dos? semanas, sin mencionar mis responsabilidades más esenciales.
Ayer, después de tener el sol en la mano y sentirlo tibio en el pecho, y de sonreír de mañana por una vez, padecí vértigo por horas. Sólo unos momentos antes de rendirme y dormir recuperé la calma, gracias a un mensaje que queda en el refugio de lo privado.

lunes, 6 de febrero de 2012

Cummings (de nuevo)

i carry your heart with me (i carry it in
my heart) i am never without it (anywhere
i go you go, my dear; and whatever is done
by only me is your doing, my darling)
________________________i fear
no fate (for you are my fate, my sweet) i want
no world (for beautiful you are my world, my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you

here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than the soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart

i carry your heart (i carry it in my heart)

[Motivos]