lunes, 3 de septiembre de 2007

Darien le maudit

Lo compré por primera vez hace seis años, en una de mis excursiones por librerías (antes, el parámetro para salir huyendo de la librería era lo que cupiera en la mano, y me cae que con estas manotas podía [puedo] levantar chorros de libros); "Prólogo André Breton" y como en ese tiempo el surrealismo era todo, pues que me lo echo a la bolsa (mano). Luego lo regalé (mala idea, porque me llevó cuatro años encontrarlo de nuevo; buena idea en el momento, porque la recipiendaria era la novia). Nomás como dato cultural, digamos que me tomé en serio la filosofía del librito durante buen tiempo.
"Su obra, que constituye un todo con la vida, se sitúa en las antípodas de la 'literatura', en el sentido en que los poetas la aborrecen. Es el más riguroso asalto que conozco contra la hipocresía, la impostura, la imbecilidad, la cobardía." Breton dixit.
Y me sorprende que el celoso padre del surrealismo no haya incluido algún fragmento en la Antología del humor negro; ya ustedes, estimados metiches, habrán de decir si me equivoco: si son versados en francés, Project Gutenberg tiene la obra de Darien casi completa, con libre acceso para los metiches; si no son versados, pues acá un extracto, o cómprenlo (o asuman la filosofía del libro, rediman a la sociedad y róbenselo).

6 comentarios:

Xotlatzin dijo...

¡Si, eso de quemar casas ya me sonabaa anarquismo! Gracias por la recomendación de Darien “el maldito”, está en fila después de terminar el breve pero bello ensayo de Séneca (sobre la felicidad): http://hyperupload.com/download/0274554161/Seneca-Lucio-Anneo-Sobre-La-Felicidad-Pdf.ZIP.html
Saludos destructivos, ¡muy anarquistas, partisanos y afectivos!
Xotla.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Bueeeno, que Darien a su manera le da todo un fundamento a la anarquía; o alguna otra forma de ¿gobierno? pues adherencias políticas (y sociales) como que no tenía.
Roben, estafen, falsifiquen, defrauden: "La sociedad, sin ladrones y sin putas, no sobreviviría ni cinco minutos". Darien dixit.
Saludos de amplia índole

Anónimo dijo...

Vaya, a mi me pasaba eso de ir a las librerias y salir dos horas despues, sin un quinto encima, y con mas cosas de las que realmente iba a leer en corto plazo.

Esos libros no se regalan Julian. Por ejemplo, soy el orgulloso poseedor de un excelente libro, uno de entre 2000 ejempleres que constituyen la edición. Alguna vez lo presté, pero nada mas.

Saludos!

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Mala costumbre ésa de entrar a una librería. Mejor no hacerlo cuando la biblioteca personal bulle con pendientes.
Sí, sí: aprendí la lección. Bendita la Gandhi del Centro que tenía una copia empolvada y escondida al fondo de un estante, una de las 2,000 de la edición, por cierto. Y no: ya no presto libros, que luego se aparece el que entiende el préstamo como regalo y vale madre el asunto...

Anónimo dijo...

A decir verdad, no fue en la Gandhi, fue en el sótano, (a unos cuantos pasos, pues) lo recuerdo bien.

Es que esas cosas no se olvidan!

Saludos!

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Abriendo un poco la bendición, benditas las librerías del Centro, entre las lindas de libros nuevos y las glorias de viejo.
Me precio de una excelente memoria y quizá podría decir de dónde vino cada uno de los libros de mi biblioteca, ejercicio que segurito voy a hacer cuando por fin los acomode en los estantes (en cuanto tenga estantes...).