viernes, 4 de septiembre de 2009

Para qué negarlo

Encontré esto en Pulsoma, uno de esos depósitos de glorias, hace tres días. Sigo temblando.

2 comentarios:

Midori dijo...

Qué cosa... ya lo leí. Me encantó y, como a ti, me dejó temblando.

Saludos.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Grande, grandísimo. Nota al pie: otro exalumno de Letras.