Muchas veces he dicho (no me pregunten dónde, porque no me acuerdo; pero pueden metichear en la memorabilia de este blog) que me encantan los latinajos. Cierto, los abusos aturden: odié ese capítulo de Los detectives salvajes, precisamente porque Bolaño pone en evidencia a los "intelectuales" que no saben construir una frase en español. Quiero suponer que si tomara de nueva cuenta una clase de etimologías grecolatinas, esta vez la disfrutaría (también odié a mi profesor: no creo haber aprendido mucho de él).
Me acabo de cruzar con esto, y me acaban de ver raro por golpear la mesa en el estertor de la carcajada. Corchos, los siete enanos...
Me acabo de cruzar con esto, y me acaban de ver raro por golpear la mesa en el estertor de la carcajada. Corchos, los siete enanos...
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