viernes, 14 de agosto de 2009

Un deseo

El Cielo ha sido bondadoso conmigo durante mi estancia en Inglaterra, donde pude librarme de varios poemas, de otros cuatro cuentos del Libro de la Selva y de una pieza farsesca y disparatada [...] que me hizo reír a carcajadas durante tres días seguidos... Me pregunto si la gente recibirá siquiera de mis relatos una milésima parte de la diversión que yo vivo escribiéndolos.
–Rudyard Kipling, en carta a E. L. White, 17 de agosto de 1894

Si algo debiera preocupar a un poeta (en el sentido en que Alfonso Reyes entiende la palabra, o sea el etimológico) es que eso que dice llegue al lector, que sepa transmitir esas sensaciones -por sobre las ideas- a alguien que deja de ser él: es horrible leer lo que uno ha escrito con furia y notar que parece un berrinche.
Detesté Respiración artificial de Ricardo Piglia: ni siquiera La náusea me parece un libro tan estúpido. Si llegué a la última página fue por disciplina, por no perder el rigor que hube de desarrollar en la carrera para emitir un juicio fundamentado y serio, con dignidad. Ahora que lo he tirado casi con rencor (es prestado, pero no me faltaron las ganas de quemarlo) y que tengo la antología de William Somerset Maugham de los mejores cuentos de Kipling, un solo párrafo me parece a todas luces más sorprendente y necesario.
Al margen de eso, después de leer la cita a la carta, tuve un deseo: algún día escribir así, y disfrutar tan llanamente de ese largo momento.


(Nomás porque es Tin Tan.)

6 comentarios:

Alisma dijo...

Es oficial... ¡qué vergüenza! Soy una infantil, pero me encanta "El libro de la selva"; Baloo, bueno, increíble.

Y de lo otro, yo también pienso que lo esencial es disfrutar el proceso; si alguien más siente empatía por el resultado, es un gran gran plus... se siente bonito, pero no es lo más importante.

Saludos.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Bueeeno, a mí me parecen más interesantes e inteligentes las películas para niños que las "serias" para "adultos".
Es asunto complicado: hay quien en verdad disfruta el proceso, y muchos otros que lo sufren, pero lo importante debiera ser decir, y decirlo con las palabras que son necesarias.
Beso

Palomilla Apocatastásica dijo...

Oye Alisma, en realidad el Libro de la Selva no es muy infantil que digamos, a mí aún me consterna saber de Mowgli frente a una jauría de Dingos...
La lucha de Mowgli por la supervivencia es en verdad interesante.

Julián:
¿Leíste "La litera fantástica"?

En ese tenor, aunque suene un poco extraño a mi me gustan las historias de Jack London, algo estrafalario, pero tiene su chiste.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Kipling de infantil no tenía mucho (aunque le saliera lo Tío Rudyard y le diera por contar historias moralizantes).
En la preparatoria leí The Call of the Wild y no recuerdo que me atrapara. A Kipling le leí Plain Tales from the Hills y es una chulada; ando a la caza de las otras grandes obras del señor.

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

¡London es un genio! Leí un cuento suyo de un boxeador y me atrapó tanto que releí la llamada de la selva. Y pasó la prueba de los años. Aunque ahora me gusta por motivos tan otros... Si te gusta Kipling deberías hacerle caso a doña Palomilla y probar.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Reitero: era la preparatoria, la literatura (y tantísimas otras cosas) me importaba un corcho. Pero ya que me insisten, el pliego petitorio tendrá una nueva solicitud.