jueves, 18 de febrero de 2010

La vuelta del presidente Marbás

En ida oca∫ión os xuré la dona pagada. ¿Vos pensáis qve non cumplo lo mandado? Desde la mirada de aurora por el viento arrastro, y me creéis falsario. ¡A hinojos!
¿No tal el motivo de la mía venida? Vue∫a merçed dirá, aluego, el fin.
Si mis artes pudiéreden cumplir a vuestro sabor, por segura la dona fuera; mas tal non suçede aquí, sino a la diestra, en la casa de rosicler y celosías: en la su ƒinestra y en debaxo ∫erá la marca de las uñas y la rigurosa cariçia. Pronto y en más sabrá de uno qve peina el aire, qve mulle las losas, qve desde las gargantas de los infiernos las espinas laza, hasta qve el Amaymón haga la tasca en los sus cavallos y…
La obra será ƒecha, y más quita. A pronto y cuando lo diga, levantadas serán las zarpas; mas dadas serán agora, así en la casa repose, y las dolores se alcen. Fuyo con el viento que œste sopla.

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