martes, 16 de febrero de 2010

La luz y la pluma

No recuerdo haberlo mencionado, pero una de mis pasiones no realizadas es la caligrafía: el último año de preparatoria encontré el número de julio de 1988 de National Geographic, ejemplar que está en mi escritorio esta misma tarde. El artículo de portada está dedicado al dominio moro en España: entre caligrafías y geometría, sus 32 páginas dieron pie a un gusto que ahora está hondamente arraigado.
Lamentablemente, mi pulso es una traición tácita, y a pesar de que intenté tomar un curso, sencillamente no lo logré. No es, sin embargo, excusa suficiente: alguna vez localicé una pequeña academia de caligrafía en esta ciudad, aunque la atención estaba puesta en plumas virgueras y letra bastarda en lugar del qalam y el diywaaniy.
Ayer, ni siquiera recuerdo cómo, encontré a Julien Breton; recuerdo, eso sí, que la página que me condujo hacía énfasis en sus caligrafías luminosas. Y los dioses saben que luz y caligrafías son sumatoria de rapto.
Algunas veces en francés, otras en árabe, otras sencillamente en trazos, en estas piezas Julien integra las imágenes al paisaje, y las hace ver absolutamente naturales; de hecho quiero creer sin resguardo y con fe ciega la nota que hace al inicio: "imágenes realizadas sin trucos ni retoque."
Y aun cuando el Photoshop tuviera su parte en esto, el autor tiene mi admiración y envidia.

Y croire sincèrement, Les folles Siffayt, 2009. Caligrafía abstracta.

S'enfuir, Nantes, 2008. Caligrafía abstracta.

Reve, Hurghada, Egipto, 2009. Caligrafía árabe.

Poésie, Nantes, 2007. Caligrafía latina.

Mots, Nantes, 2007. Caligrafía latina.

Ile neuve, Le Cellier, 2009. Caligrafía abstracta.

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