viernes, 15 de febrero de 2008

Pasadas las fiestas

En el imperio de mi amor, los dos que señorean. ¿Qué quieren, si la misantropía resulta tan poderosa (y, peor aún, justificada)?
Fotos viejas, de cuando eran chamacos: a estas alturas, ya están pachones y más parecen mapaches. Muy sin embargo, hablo mucho de mis gatos y pocas veces los presento al mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Besos a tus gatitos que, según tú, son mejores que las personas; por tanto, merecen más cariño que tú. ¡ale! misantropía, con misantropía se paga.
La humanidad que te conoce y te quiere, queda herida por tu rebote.
El tiempo es un continuo; no se modifican los sentimientos por las fechas conmemorativas, sólo que la línea del tiempo tiene baches y elevaciones y sus causas son bastante complejas.
Firma una anómima por motivos técnicos, pero que seguro que reconocerás.
No puedo terminar sin aclarar algo sobre los lugares comunes: los hay que son muy trillados y acríticos y otros que son espacios comunes por pertenecer a lo mejorcito y esencialde nuestra parte más humana y filantrópica.
Bueno, en honor a la filantropía, besos para tí también, guapo.