O "Mis metas del Milenio" o "Aftermath" o "Ragnarok sin cadáveres". En otro lugar espeté a inicios de este año mis propósitos; acá me obligo a comprobar si los cumplí.
1. No ver nada. Vi a medias.
2. No construir de vacíos. Cumplido, en su abrumadora mayoría.
3. Asesinar, fusil en mano, toda ilusión. Las propias y algunas ajenas.
Corolario (obvio) de 3. Atenerse y apegarse al hecho real y no a su reinvención o preinvención. Difícil tarea, pero se aprende a dominar.
Explicación (nota personal) de corolario de 3. Hacer a un lado la paranoia y la psicosis; dejar de imponer atributos. Redirigidas a algo que casi parece productivo: a la espera de resultados.
4. Comer como se supone que uno debe. Siendo franco, acreditación parcial.
5. Descansar según las leyes de la necesidad. En perfecto sentido contrario, se reinventaron las leyes entre trabajo y fiestas... Tache.
6. Bañar de vez en cuando a los gatos. Tache completo.
7. Llevar con más rigor las entradas del diario. Acreditación parcial: este blog dio un golpe de estado a ese diario.
8. Descubrir algo al menos una vez. Mis descubrimientos no llegarán a la Academia, pero me bastan. ¿Utilidad? De furia, eminentemente.
9. Números. Acreditación relativa.
10. Borrar las palabras que no quiero que se lean. Maldita sea, ni las he borrado y hasta parece que se borraron las que sí quiero que se lean.