lunes, 23 de noviembre de 2009

No, y no, y no

Escalofrío.
Ya sea la falta de interés de 42 de los 98 respetadísimos árbitros que leen los trabajos imposibles que les envío, ya sea tan solo su desidia, acaba de aterrizar en este escritorio una cantidad onerosa de búsquedas en Google por hacer. Y me rehúso categóricamente a construir los alteros de información curricular que se deben entregar a CONACyT.
¿No ven que estoy muy a mi sabor deshaciéndome desde hace casi dos horas, aplastado bajo la espeluznante fuerza de una canción? Hoy en día no se puede tener un arrobo y gruñir y maullar sin verse interrumpido por minucias.
Escalofrío.

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