Cuando frisa la medianoche y un gemido -no sé si de película o de la mujer que asalta ocasionalmente a mi vecino, o a qué vecino, o qué vecina- no me ha dejado conciliar el sueño, es desconcertante y sorprendente reconocer los acordes de esta canción, ver perdido el trabajo y empezar otra vez la tarea de dormir y sentir los acordes retumbando en el fondo del pecho. No sé por qué, pero de pronto me siento así.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
Yo odio realmente cuando los gatos se dedican al arte de brincotear los techos y dar esos maullidos horribles que parecen de niños lastimados.
"midnight nightmare"
Yo no tengo que sobrellevar esas faenas: me los entregaron castrados. A los que no castraron son mis vecinos, que una vez cada cuanto dan concierto en estéro politonal.
Ja, ja, ja que mal viaje, eso de tener que soportar "conciertos" a cada rato. Bueno, podrías activar la alarma de incendios, o echarles un manguerazo de agua helada.
Bah pa' que dejen dormir.
Un incierto sentido del respeto (no a ellos, sino al acto) me prohibiría hacer tal; pero el edificio es suficientemente viejo y carente de medidas de seguridad que tendría que tocar a su puerta (alguna de las 43 que componen el susodicho), mostrar mi cara amarga y vaciar las cubetadas.
Pues el problema es que hubiera conciertos simultáneos en varios pisos, ahí tendrías que tratar de dividirte con todo y cubetas. O unirte en el concierto...
Creo esa idea loca fue culpa de Amélie, que le gustaba contar a los "concertistas" en el punto álgido del asunto.
Ja, tu post me sigue resultando bastante cómico, es que en el lugar donde yo vivo no es posible escuchar ese tipo de conciertos. Somos tan pocos y tan distantes.
Saludines de acá, pa' allá.
p.d. Y por si tenías dudas, el texto que leí fue donde escribe una niña "siempre".
Aún me hace reír a carcajadas. Te sacaste un 10 por eso. Espero que los concertistas de tu edificio no hayan tenido esa clase de dudas, y si las tienen pues...envíales el link.
De pronto los hay, aunque creo que son sucedáneos y no simultáneos. El reto de unírseles es que no hay con quien retar el meso-soprano en mi cama.
Después de una breve revisión, terminé de caer en cuenta. Siendo honestos, ese post tenía rostro para el blog de Fer y no tanto para éste.
Publicar un comentario