No era legal que estuviera siquiera en el bar, aunque la bar-tender no dejó de servirme vodka con jugo de arándano. Me sobraban las licencias para tener esa sonrisa de idiota. Tres días después me rompí la nariz, y lo que en verdad me enfurecía era "interrumpir" el momento: el dolor, siempre pasajero e incierto amigo, no mella ahí.
lunes, 8 de junio de 2009
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2 comentarios:
No tengo para con mis muertos la fidelidad necesaria de recordar sus cumpleaños o su día de partida. Salvo con un amigo (nació el 14 de febrero) y mi padre (nació el 31 de diciembre) las fechas se me escapan y mi única memoria precisa sobre ellos me llega de sopetón en las situaciones y momentos más imprevistos.
Un abrazo bien fuerte.
P.D. Me encanta Beautiful Boy... Recuerdo a mi madre diciendo en especial esa frase.
Será acaso que mi memoria es atroz y difícilmente olvido hasta detalles nimios. Aparte de eso, es lo más real que me queda: los lentes que le cuelgan del cuello están en mi librero, pero las asociaciones están donde quiero mirar.
I keep making plans where I could use his help.
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