miércoles, 14 de octubre de 2009

El duque Berith


Argenta en su dedo comanda. ¿Oro busca el amo? Aún de la sangre puedo darlo: no negro, mas blanco, amarillo o rojo. De Marte y Venus las argollas, de Mercurio el baño: este alazano y las legiones arrastrarían columnas si lo ordena. ¿Quisiera el amo un anillo de oro?
Es momento que descanse, de dignidades goce: pronto recobrará el nobiliario. Y cantará a la noche y la mañana. Y su voz clara reanimará. Y sus voces vendrán ocaso tras noche, pasada la sexta, la nona.

2 comentarios:

Palomilla Apocatastásica dijo...

¿Oro busca el amo? pirita le damos, al cabo que no sabe de metales preciosos, se cree sabio sólo por ser el amo. :)

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Para eso es el amo. Que sea mago no significa que sea versado en metalurgia.