martes, 6 de octubre de 2009

The summoning


De oro y cobre, estaño, plata y mercurio, sellada la tapa en cobre y plata aliados, de plomo el último sello en lo alto, perfumado con alumbre y dátiles y cedro. Sellada la redonda vasija de bronce clareado, impuesto el sello de Salomón, dentro de este círculo espero a los dos y setenta que frente a mí aparezcan, dos y setenta potentados y sus legiones, que escuchen mi voluntad y respondan.
Por la sabiduría del Rey, que en la vasija los ha confinado, respondan con verdad y conocimiento, según cuanto alcanzan sus ojos.

4 comentarios:

Palomilla Apocatastásica dijo...

Oiga mi estimado Alquimista, aliado de Flamel, le tengo un cuentillo que me topé, lo transcribí por que pareció justo a la medida de su ironía.
Lamentablemente no tengo su correo electrónico, si esta interesado pos me lanza un correo (tiene mi dirección) y se lo envío.
El cuento se llama: "Humo de un cigarro alrededor de una dama de negro, segundos antes de morir"
El título es guarro, pero me hizo reír mucho.

Saludines fatalistas.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

¿Cómo, no ha usted meticheado nutridamente en el perfil? Ahí hay una dirección, justo debajo de la fotografía del ñango, que reviso constantemente. No prometo leerlo esta misma semana (está pendiente la transmutación de un kilo de plomo), pero sí he de hacerme el espacio correspondiente.
Hartas gracias

Palomilla Apocatastásica dijo...

¿Encontró usted la formula para conseguir la piedra filosofal?

Le mandaré un esquemita por correo, a ver que puede hacer con ese kilo de plomo.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Es harto elusiva; por eso tuve que reclutar a Berith, y ahora las arcas empiezan a llenarse (además del kilo de plomo, también transmutó un grillete).
Ahora que si tiene un esquema, es virtud de bibliotecario no sólo ordenar y gestionar el conocimiento, sino ponerlo a disposición de los otros, con los recursos que permitan su debida consulta.