Buscando información para el próximo examen de admisión al Sistema Universitario Abierto de la Facultad de Filosofía y Letras; en la página donde se refieren las características del sistema –en cualquier carrera–, me encuentro esta gloria, que vale por dos:
Una vez cada cuanto me pregunto por qué los licencian. Hoy me pregunto qué clase de licenciados podemos esperar si los licenciantes se permiten este tipo de cosas.
10 comentarios:
El problema no es que así egresen.
El problema es que lo divulguen.
Ja, ja, ja. Mi comentario salió cortado, en realidad debería decir:
El problema no es que así ingresen, el verdadero problema radica en que así egresen.
Vaya con eso de la polisemia de la información.
Para efectos prácticos, estamos de acuerdo en que avergüenza.
Yo no estoy de acuerdo con su escandalosa indignación; no es el tiempo de estudio mínimo lo que facilita el aprendizaje, verdad? Es el grado de concentración del estudioso (a) a la hora de digerir la información. Habremos unos lentos y habrá otros extremadamente rápidos. El cuánto tiempo se tardó cada uno en comprender lo mismo me parece irrelevante!
Saludos.
Caballero, caballero: lea usted con calma, que cuánto tiempo tarde cada quien no es lo que indigna. Según la aritmética, cuatro por cuatro no dan veinte bajo ninguna circunstancia.
Ya entiendo, la queja es en la redacción; aunque se entiende que una semana por cuatro horas de estudio diarias implicarían 20 horas semanales de estudio por materia, que es a lo que se refiere el mal redactado párrafo.
Siguiendo la primera sentencia, la cosa es distinta: suponiendo que yo inscribiera Lingüística I, Teoría literaria y Poesía mexicana, mi carga de trabajo sería de doce horas semanales. Poniéndolo de otro modo, no creo que el programa esté diseñado para que el estudiante invierta doce horas diarias por tres materias.
Pero efectivamente, la redacción es tan aberrante (vid. ese bonito 'sí' acentuado) que da cabida a más de una solución.
A ver si mi comentario explica la aritmética torcida de la facultad: cuatro horas de estudio independiente por cada asignatura, más una hora que dura la asesoría de cada materia sí suman las veinte.
(Aunque remitiéndome a la experiencia te confesaré: hubo materias que me exigieron veinte horas semanales, sobre todo algunas de ontología. Y otras que las bien pasé con dos horas a la semana, de apenas leer en el metro. Bueno, era filosofía).
Bueeeno, la asesoría no aparece en ningún lugar de la explicación que aparece en el cuadrito. Otra vez, al menos esa página necesita un corrector de estilo.
Toda proporción guardada, hubo materias que me exigieron sorprendentemente, pero el mío era un sistema escolarizado…
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