Uff... cuántas cosas para una noche de viernes. Hay tanto de lo que podría escribir, pero tendré cuidado, quizá decoro, o será contención, y no escribiré de todo eso. En todo caso, a manera de ejercicio, tendría que hacer una lista de las cosas que no voy a escribir, a saber:
1) Los boletos gratuitos que uno puede revender, sin hacer mella en cartera ajena.
2) Los conciertos de metal-noise, harto extraños.
2-bis) Las texturas sonoras.
3) La gente extrañísima que asiste a tales (si yo asistí... no hay que terminar la frase).
4) La gente que le entra al slam (años que no veía uno) y los ñangos que mejor guardamos distancia providencial.
4-bis) La gente que baila algo entre polka y metal cuando le entra al slam.
5) Los músicos que hacen cosas bien interesantes, pero cuya persona en el escenario es ridícula (bueno, me reí un rato de él).
5-bis) Los músicos ñangos que seguramente tienen voz de cachorrito, pero procuran ladrar cuando se dirigen a su público.
6) El camino a pie de regreso a casa (qué lindo es Reforma a la una de la mañana).
7) El hambre.
8) El transporte nocturno.
8-bis) Compartir las monedas con una perfecta extraña porque el transporte nocturno no da cambio.
9) Los intentos de despertar temprano (en sábado... grrr) para venir a esta oficina a trabajar en un sitio de internet de arte contemporáneo.
10) Los tenis rotos y los charcos lodosos y la lluvia y los calcetines mojados y el squish squish de cada paso.
11) El número de este post.
Hecha la lista de las cosas de las que no voy a hablar... Ya, qué importa. Me voy a mi casa a comer y luego a comprar zapatos (ujú, shopping!! grrr...).
1) Los boletos gratuitos que uno puede revender, sin hacer mella en cartera ajena.
2) Los conciertos de metal-noise, harto extraños.
2-bis) Las texturas sonoras.
3) La gente extrañísima que asiste a tales (si yo asistí... no hay que terminar la frase).
4) La gente que le entra al slam (años que no veía uno) y los ñangos que mejor guardamos distancia providencial.
4-bis) La gente que baila algo entre polka y metal cuando le entra al slam.
5) Los músicos que hacen cosas bien interesantes, pero cuya persona en el escenario es ridícula (bueno, me reí un rato de él).
5-bis) Los músicos ñangos que seguramente tienen voz de cachorrito, pero procuran ladrar cuando se dirigen a su público.
6) El camino a pie de regreso a casa (qué lindo es Reforma a la una de la mañana).
7) El hambre.
8) El transporte nocturno.
8-bis) Compartir las monedas con una perfecta extraña porque el transporte nocturno no da cambio.
9) Los intentos de despertar temprano (en sábado... grrr) para venir a esta oficina a trabajar en un sitio de internet de arte contemporáneo.
10) Los tenis rotos y los charcos lodosos y la lluvia y los calcetines mojados y el squish squish de cada paso.
11) El número de este post.
Hecha la lista de las cosas de las que no voy a hablar... Ya, qué importa. Me voy a mi casa a comer y luego a comprar zapatos (ujú, shopping!! grrr...).
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