miércoles, 30 de abril de 2008

Descripciones apócrifas

Finjamos que tenemos todavía algún interés en las paganías. Finjamos que me queda algún respeto (no digamos cuánto: basta con asumir "algún" y darlo por suficiente) por el universo New-Age.
Hoy me mandaron un horóscopo/perfil zodiacal por internet (creo que el segundo término resulta más preciso). Antes tenía la costumbre de leer mi horóscopo en cuanta revista y periódico encontrara, sin importar que tuviera cuatro años de antigüedad o que no se correspondiera con el de aquella otra publicación: "Hoy tendrás un golpe de suerte" vs. "Cuidado: los días se anuncian oscuros" vs. "Tu fruta de la buena suerte: mandarina; tu piedra: diamante rosa; tu número: 14".
Suelo reír después de leerlos, y lo hago desde que empecé a chismear las páginas finales de revistas de espectáculos; hace sólo unos días tuve que corregir el horóscopo para mis revistas de señoras tontas, y evidentmente me reí, después de ladrarle al autor (que nadie que escriba horóscopos o cualquier otro resultado de cualquier mancia merece el título). Y mi conclusión de qué me causa risa es simplísima: el uso de la ambigüedad más amplia y fórmulas harto repetidas, extraordinarias herramientas de azar, obligan a que cualquiera pueda identificarse con esas frases. Por supuesto, es harto más divertido si la frase reza "eres una mujer independiente" (no me he rasurado en cuatro días... mejor no termino la frase).
En fin, citando textualmente:
"Espontáneo, gran carisma, difícil de encontrar pero fabuloso cuando lo encuentran. Le gusta ser generoso, lindos [sic], románticos, no lo quieres de enemigo, es bueno con todas las personas que conoce. Los sagitario son básicamente sinceros y controlados en sus relaciones de pareja, aunque si se les traiciona pueden perder los papeles [sic; sigo sin entender a qué corchos se refiere]. Si su relación es estable, son excelentes esposos y padres, aunque rara vez logren suprimir de todo su espíritu aventurero. Necesitan sentirse libres y a veces ponen sus intereses profesionales por delante de los intereses de su pareja. 4 años de mala suerte Si no lo reenvías."
A quien me lo envió (que no lee este blog): gracias por la sentencia breve de sólo cuatro años.

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