Esto me ha pasado ya no sé cuántas veces (tendría que revisar los archivos para saberlo, y francamente me provoca pereza). Hoy consideré abstenerme de publicar una entrada, pues no tengo nada que decir; o será quizá que algún sutil resabio de tristeza no me lo ha permitido. Dejemos esa especulación de lado; a fin de cuentas, ¿qué importa?
Ésta fue la tercera canción que sonó esta tarde en mis audífonos -curiosamente, The Beatles hoy sonaron bastante en mis audífonos-. Me es increíblemente conmovedora; y el motivo me importa un corcho. Como las cosas que son grandiosas, es irrelevante investigar sus causas. Pasando la estafeta de Lennon a McCartney, let it be.
Por un momento estuve tentado a contar la historia de la grabación, pero para eso no me necesitan: el Wikipedia resuelve más dudas que la Enciclopedia Británica. Basta decir que casi todo lo que se oye, salvo las vocales de Lennon, es el audio original.
Ésta fue la tercera canción que sonó esta tarde en mis audífonos -curiosamente, The Beatles hoy sonaron bastante en mis audífonos-. Me es increíblemente conmovedora; y el motivo me importa un corcho. Como las cosas que son grandiosas, es irrelevante investigar sus causas. Pasando la estafeta de Lennon a McCartney, let it be.
Por un momento estuve tentado a contar la historia de la grabación, pero para eso no me necesitan: el Wikipedia resuelve más dudas que la Enciclopedia Británica. Basta decir que casi todo lo que se oye, salvo las vocales de Lennon, es el audio original.
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