viernes, 20 de marzo de 2009

Kamikaze

Sentado frente a la computadora, leyendo un trabajo que hay que entregar el lunes. Tarea difícil: Chunky Move es una brutalidad y regresé a la casa temblando. Sin embargo, la disciplina debe ser más poderosa, y mejor avanzar a pasarme el fin de semana leyendo ciencia.
Me llama un ruido a mi izquierda: por segunda vez desde que vivimos en este departamento, Timoteo hizo un esfuerzo supremo y se subió al clóset. Casi medianoche, me voy a dormir, le rasco la cabeza al gato antes de echarme yo también.
Dos de la mañana (o algo así: no vi la hora realmente) y vuelvo a despertar de mala manera: el gato cabrón me cae en la barriga de lleno, desde lo alto del clóset, o 1.2 m de caída libre. Además del susto, me sacó el aire.
Me costó mucho a) recuperar el aliento, b) volver a dormir, c) dejar de insultar al gato en su camino a la sala.
Pinches gatos: miren si los he de querer. Definitivamente mis hijos son la mayor amenaza a mi persona.


Si la luz y el ángulo lo permitieran, leerían "8 kg".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿en la primera foto está tratando de darse una marometa (machincuepa decía mi papá) o nomás viendose el ombligo?

Palomilla Apocatastásica dijo...

Pos ten cuidado con esos gatushkos, no te vayas a convertir en gatúbelo.

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Gabriela: está tratando de meterse abajo de mi cama, pero como está tan pachón, no cupo.
Palomilla: mis amigos dicen que cada vez soy más gatuno. Y sí: maúllo, gruño, me rasco la cara con el dorso de la mano y mullo la cama antes de echarme a dormir.

Palomilla Apocatastásica dijo...

Ah, pues sería lindo ronronear, lo demás como quiera se arregla. Una vez vi una foto de un tipo que se operó la boca para parecer lobo, también se afiló los dientes.
En fin, yo solo puedo ladrar en las noches de luna llena. Es curioso ¿habías oído hablar de una Palomilla que ladrara?

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Había oído hablar de un tío que se tatuó y afiló los dientes para parecer leopardo, pero nunca de una Palomilla que se hiciera escuchar por otra cosa que no fuera el aleteo.
Usted aúlla y yo maúllo.