miércoles, 24 de septiembre de 2008

Eolo furioso...

o la versión climatológica de un libro de caballerías. Y a la fecha no hay huracán Angélica ni Orlando (o no que me conste).
Me llama la atención que todo mundo se conduela de las miserables condiciones en que quedan las ciudades de la unión americana tras el paso de un huracán cuando a Haití ya le pasaron encima cuatro (y seguro faltan uno o dos: la temporada de lluvias todavía tiene batalla que dar). Peor todavía: el fin de semana, mientras comíamos, mi roomie (que también es una biblioteca de datos curiosos, pero más útiles que los míos) me decía que a Haití ya mejor lo declararon país inviable.
Ah, pero nos negamos a ratificar Kyoto y me sale muy caro hacer todas esas modificaciones de tecnología y mi economía no podría soportar los costos y mejor -para que vean que soy reconsciente- convierto toda mi producción de maíz de este año en etanol -para que no les quepa duda de que a mí el petróleo me importa un corcho- y vean que estoy entrando en recesión y no me vean así que el 60% de las emisiones totales de carbono a nivel global es una exageración y el IPCC y Al Gore están mal y yo no fui y no fui y no fui: ¿no me ven los ojitos de cachorrito regañado, sufriendo por todos esos indocumentados que lamentablemente ya tienen trabajo y seguro se van a quedar hasta el fin de los tiempos?
¿Me está dando gusto ver estas fotografías? Hummm...

Water polo sobre pasto.

Arghhh...

"Amor, ¿te acuerdas que querías irte de crucero?"

No estaba muerto...

andaba de parranda (corchos, me encanta esta foto).

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