viernes, 19 de septiembre de 2008

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Los puntos suspensivos sirven para esos momentos en que no se sabe cómo decir algo, en que se quiere presumir de pudor o respeto, en que se pretende tentar la imaginación de otro, en que se hace un intento (poco feroz, si se queda en intento) por imponer tono, en que se quiere connotar en lugar de denotar; o cuando uno no tiene nada que decir.
Hay quien los usa como si fueran comas, y también hay quien aparentemente desconoce su existencia y no sabe callarse algo, insinuarlo apenas; hay de todo en las viñas del señor, y han de ser grandes para que quepan todas esas cosas...
Son un instante de silencio, un filo de suspenso (dah... como si el nombre no fuera suficiente, vas y dices otra perogrullada), o más bien una brevísima suspensión del discurso. Son una vía por la que se carga de sentido el evento siguiente, o por la que cambia el del anterior.
Los puntos suspensivos de esta noche quieren apegarse a esas últimas funciones, con su debida insinuación.
Demasiadas ideas que rumiar, limpiar, derrumbar y construir. En cuanto ordene el muladar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

I'm sorry. I've just checked my mail, after 10 days.

Does this entry have anything to do with an e-mail I received?

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Now that I look at it, it may: contents could be related.

Anónimo dijo...

But wasn't meant that way...o.k.

I'm not sure I can go. Besides we still have some talking to do, right? Which day specifically were you thinking of?(and I mean the link-issue)

Julián Iriarte (bueno, ya: Oliver) dijo...

Pretty much all. But time is not on me.